He aquí un ejercicio verdaderamente exigente
para entrenar en el dibujo, pero que definitivamente es magnífico para acostumbrar a tu mente a trabajar, para
forzarte a observar con atención exhaustiva. Es, en válida comparación, el equivalente a
ponerte zapatos de plomo para correr. Buen entrenamiento, no crees?
Consiste en dibujar algo, lo que sea, pero mi maestro siempre me sugería que empezara por mi mano izquierda, usando tan solo un bolígrafo negro, de esos que compras en la papelería de la esquina. El lápiz y la goma estarán prohibidos y tampoco podrás usar método ni técnica alguna, solo, como dije, un bolígrafo negro con el que deberás dibujar, en este caso tu mano guiándote solo por tu instinto. Es un ejercicio verdaderamente comprometido que no te permitirá arrepentirte, volver atrás, borrar.
Lo harás a línea sin luces ni sombras, busca
solo dibujar los rasgos más representativos y evita detallar mucho. Dibuja tu
mano en diferentes posiciones procurando siempre que el siguiente intento sea
siempre mejor- más exacto y minucioso-.
Ya se que no se ve fácil pero por un momento piensa lo que pasará después de que hayas hecho a lo mejor unos 6 ejercicios de estos,
que tal si el séptimo lo haces pero-Ya
adivinaste-, ¿verdad?- ahora sí, permitiéndote todo, apoyándote por completo en
la comodidad de tu lápiz y tu goma y utilizando las técnicas de andamiaje que controlan las fallas conteniendo tus
trazos. Sentirás entonces que te desplazas como pez vela en el agua con tu
lápiz.
Mi recomendación es que entrenes de esta forma
con la mayor regularidad posible incluso si eres profesional pues nunca estará
de más un buen calentamiento como lo hacen los atletas de alto rendimiento previo
a su competencia.
Excelente ejercicio. Lo intentaré ya que quiero retomar el dibujo que era algo que hacía hace muchos años en mi época adolescente, de modo aficionado por supuesto. Y pienso que ya he olvidado como hacerlo.
ResponderEliminarEso si que es un desafio grande, pero me encantaría intentarlo
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