Se trataba de esbozar el sombrero, la caja cilíndrica, la
esfera y los libros con tan solo unos cuantos trazos, sin definir sombras aun y
sobre todo sin detenerse en resolver detalles , tales como el entramado del
sombrero, los brillos de la esfera, las líneas de la caja o el doblez de la
hoja de alguno de los libros.
De este modo mis alumnos comenzaron a dibujar y vaya que
empecé a sorprenderme. Trabajaban con
pasión. Con entusiasmo y alegría. Sobre esta dinámica, creí entonces prudente
aconsejarles algunos trucos para facilitarles el trabajo. Te platico algo al
respecto.
Trucos para dibujar
mejor.
Vista de conjunto.
De vez en cuando, mientras transcurría la clase, les sugería a mis alumnos
detenerse para mirar su avance desde muy atrás colocando su dibujo lo más
próximo posible al modelo. Desde un punto en donde podrían comparar a ambos.
Esta acción les permitiría detectar sus aciertos pero también sus errores, al
encontrarse alejados de su obra y poder verla en su totalidad de una sola vez.
También les recomendé aplicar algunos ingeniosos trucos
extras de verificación para detectar errores. Uno que me gusta mucho por su
efectividad es aquel que consiste en mirar el dibujo a través de un espejo. Te
sorprenderás de la cantidad de errores que pueden aparecer al ver tu dibujo de
manera “invertida”. Entonces,
simplemente, habrá que hacer las correcciones pertinentes ayudándote
esporádicamente del espejo para verificarlas.
Otro truco consiste en tomarle una foto al modelo y a tu
dibujo con la cámara de tu celular. Es increíble la cantidad de errores que
podrás apreciar con este simple método. También te servirá para detectar
omisiones o líneas que no habías visto. Consuelo se quedó boquiabierta cuando miró su
dibujo en la foto. Vaya que noto carencias pero también aciertos. Una ventaja
adicional de la foto es que también puedes ver a ambos, tanto al modelo como a
tu dibujo, de cabeza; con solo voltear tu celular, verdad?. Con este simple cambio de punto de vista
también podrás encontrar errores.
Ahora bien, así como tenemos trucos para detectar errores
también existen algunos que nos sirven de apoyo para ejecutar el encajado con
mayor facilidad. Estos son algunos de ellos que, dese luego, les compartí a mis
alumnos y que ahora también te comparto a ti.
El espacio negativo.
Este es aquel espacio que está detrás del modelo, es decir, su fondo. Y el
truco consiste en poner eventualmente nuestra atención en este, y no en el
modelo. Al hacerlo encontraremos nuevas referencias visuales que nos ayudarán a
ajustar las proporciones.
Entrecerrar los ojos.
De vez en cuando te recomiendo “ver”
al modelo con los ojos entrecerrados. Esto produce un efecto de oscurecimiento o
alto contraste en las formas que sirve para eliminar detalles. Efecto que como
verás es muy conveniente para simplificar. A mis alumnos les pareció muy
interesante. Y por último te comento sobre el truco principal. Ese truco sobre
el que he hablado bastante en muchos de mis tutoriales pero que definitivamente
sé que nunca estará de más retomar. El encajado a partir de la simplificación de
las formas.
La idea parte de entender que es más fácil dibujar figuras
geométricas simples que formas irregulares, de rebuscadas formas. Y se puede
hacer así porque los artistas sabemos que todas las cosas que nos rodean,
incluso una figura humana, por ejemplo, se pueden interpretar como figuras
geométricas. Si partimos de esta idea nos
resultará más fácil dibujar. Una vez hayas
realizado el encajado geométrico, solo debes ir ajustando líneas para encontrar
el mayor parecido con tu modelo. Ya
tienes la base.
Bien, a medida que mis entusiastas alumnos avanzaban les
insistía en no descuidar que debían dibujar con suavidad, pero a veces se les
pasaba la mano con el carboncillo. El control de este material es importante
por lo fácil que puede resultar manchar o ensuciar, recordándoles que es muy
difícil de borrar. Así que les insistía en observar bien antes de efectuar
cualquier trazo. Esta es tal vez la única desventaja de nuestro amigo el
carboncillo, aunque lo diría con ciertas reservas ya que un artista consumado no
borra, solo moldea las formas. Pero bueno, si eres principiante te lo puedes
permitir, solo un poco, mientras te perfeccionas.
A propósito de este comentario y suponiendo que consideras
que estoy siendo muy estricto, te diré
algo más sobre el uso de la goma. En efecto, si es válido usarla en algún
momento del proceso de agrisado. No para borrar, como ya lo comenté, sino para
lo que conocemos como “El proceso para rescatar
luces”, y esto se hace una vez hayas
identificado una zona de altas luces o brillos; entonces, con tu goma puedes “borrar” ahí, en donde sabes que están esos brillos pero que se han
ocultado porque previamente ya habías agrisado un poco, y entonces te darás a la tarea de ”rescatar” esas luces o brillos con tu
goma.
Recuerda que casi siempre estas luces se encontrarán en
zonas reducidas del dibujo, por lo que piensa en solo dar toques de luz.
La goma que te recomiendo es sin duda la gran estrella…La goma moldeable, que es plástica, con
apariencia y consistencia de plastilina gris. Si, te entiendo, suena algo extraño
pero sin duda es la mejor goma que puedes utilizar y la consigues en
establecimientos de arte con cierta facilidad.
Sus propiedades son
excepcionales. Borra limpiamente, no mancha, borra carbón, que otra goma puede
borrar carbón??. Y, además por si esto fuera poco, la puedes moldear
para ajustarla a borrados finos. Es
increíble esta magnífica super goma. Consíguela. La amarás.
|
Estelita modelando su dibujo de frente al tema.
Pasión en su trabajo.
El modelado ( Luz y
sombra).
Bueno, después de una ardua sesión de análisis exhaustivo
para realizar sus encajados, mis alumnos
ya querían modelar sus trabajos con luces y sombras. Hacerlos volumétricos y
realistas, y yo, viéndolos algo desesperados comencé a aleccionarlos en esta
tarea, que definitivamente sabía que les resultaría mucho más divertida y
satisfactoria.
La gama tonal. Obviamente
íbamos a modelar los dibujos con el carboncillo, agrisándolo. Les indiqué que debían
nuevamente simplificar, solo que ahora no se trataría de hacerlo con las
formas, sino ahora serían las sombras y las luces. Debían esforzarse en
visualizar masas de luz y sombra, ignorando todas aquellas gradaciones sutiles
de grises.
Les pedí que usaran todo el cuerpo del carboncillo,
colocándolo “acostado” para poder cubrir amplias zonas de una sola vez, cuidando de no pasarse de agrisado. De vez en
cuando podrían acomodar con sus dedos el carboncillo e incluso, si su
inspiración se los permitía, podrían esfumarlo en algunas partes con
intenciones de lograr efectos artísticos interesantes.
La indicación era que identificaran y anotaran 10 tonos de
gris en el modelo, NI UNO MAS!!!. Estos grises iban del
blanco al negro, más ocho grises intermedios. Podían recurrir a los mismos
trucos y recursos que emplearon para el encajado para identificarlos y anotarlos.
El agrisado debería hacerse cubriendo áreas grandes. Por
ejemplo, un solo gris para toda la base del sombrero, otro para la parte
lateral de un libro, otro más para la sombra proyectada dela caja en la mesa y
así sucesivamente hasta cubrir todo el dibujo.
Para facilitarles este paso,
les sugerí que empezaran por identificar y anotar la zonas “negras”, por
ejemplo las sombras más intensas y después las “blancas”, o brillos intensos, (
estas últimas solo se identificarían, pues ya estaban dadas por el tono del
papel), para de ahí continuar con el resto de los grises; así tendrían una buena
referencia para aplicar el resto de los tonos, ya que ningún gris debería ser tan oscuro como el negro, ni tan blanco,
porque esos ya los tendrían anotados.
Nuevamente les sugerí que mentalmente intentaran cambiar su
percepción de las cosas. Les dije que
trataran de ver que lo que tenían enfrente no eran un sombrero, libros, una
esfera y una caja, sino solo un conjunto de sombras y luces, y eso les ayudó
mucho.
Y así, poco a poco mis alumnos fueron revelando y creciendo
su dibujo hasta terminar, con las manos bien manchadas pero con una obra de
arte en potencia. Ya no había más indicaciones que darles.
El ejercicio en total solo duró dos clases, o sea 4 horas.
Al final, pude comprobar que en ese salón había talento y ganas de aprender a
dibujar y pintar.
Bueno, hasta aquí doy por terminada mi narración sobre esta
primera clase. Espero de verdad te haya resultado enriquecedora y útil.
La recomendación final para mis alumnos y para ti, amigo
artista es que regularmente practiques este ejercicio, con diferentes modelos.
Practicar y practicar aplicando la técnica es la llave que te permitirá
descubrir tu capacidad artística. No desistas, si algún ejercicio no te convence.
Hazlo otra vez, poniendo más atención en las indicaciones, sin desobedecer nunca
la técnica. Y recuerda...
El mayor enemigo del artista es el miedo al
fracaso. Enfréntalo, véncelo y explota tu talento!!!.
Hasta la próxima.
|